Los insectos tienen conductas de cortejo extremadamente diversas y, a menudo, bastante complejas, y cada especie tiene sus métodos de reconocimiento de la pareja. El cortejo puede consistir en una simple atracción visual o química, pero lo más habitual es que haya una liberación de feromonas, seguida de una variedad de exhibiciones, estimulaciones táctiles, sonidos, destellos de luz u otros rituales que pueden durar horas.El estudio del cortejo de los insectos es por si mismo fascinante. Aunque el campo de la biología de las feromonas está todavía en sus comienzos, se han identificado atrayentes sexuales o conjuntos de feromonas en unas 450 especies de insectos.La mayoría de los insectos transfieren el esperma directamente, cuando el macho introduce su "pene", o un gonopodio en la cámara genital de la hembra. Generalmente los ganchos abdominales especiales u otras estructuras cuticulares articuladas del macho incrementan la sujeción. Estas modificaciones morfológicas son específicas de las especies, y son utilizadas como caracteres de reconocimiento, tanto para los insectos que se aparean como para los taxónomos de insectos. La cópula a menudo comienza con un semivuelo. En algunos de los insectos primitivos no alados y en los odonatos (libélulas), la transferencia del esperma es indirecta. En estos casos, el macho deposita el esperma en regiones especializadas de su cuerpo para que la hembra lo recoja.